Belén Caccia | Actriz | Madrid (belencaccia.com)
Libro «Hablar en Público» con Belén Caccia
Clases – Oratoria – Teatro con Belén Caccia
Perumira Magazine se enorgullece de presentar una entrevista exclusiva con Belén Caccia, una artista escénica dinámica cuyas múltiples habilidades la han convertido en una figura destacada en el mundo del teatro y más allá. Desde Buenos Aires y actualmente residiendo en Madrid, Belén ha cautivado a audiencias de todo el mundo con su talento excepcional en la actuación, dirección, comedia y escritura. Con una carrera que abarca importantes festivales internacionales y una amplia gama de disciplinas teatrales, Belén ha demostrado ser una verdadera maestra en su arte.
En esta entrevista, exploramos su trayectoria desde sus inicios en Argentina, su amor por el teatro de humor, y cómo sus experiencias como trapecista, payasa y anillista en circos de Latinoamérica han influido en su enfoque único del teatro. Belén nos comparte sus experiencias y reflexiones sobre la enseñanza del teatro y la oratoria, los desafíos que ha enfrentado, y cómo ha logrado equilibrar sus múltiples roles como actriz, directora y autora. Además, nos revela sus perspectivas sobre la escena teatral en Argentina y España, y su pasión por usar el teatro como herramienta de transformación personal.
Descubre la fascinante historia de Belén Caccia, una artista que no solo brilla en el escenario, sino que también inspira a otros a través de su dedicación y amor por las artes escénicas.
1.- Belén, comenzaste tu carrera en Buenos Aires y has representado a Argentina en festivales internacionales. ¿Cómo ha influido tu formación en Argentina en tu trayectoria artística y cómo ha sido la experiencia de llevar el teatro argentino al mundo?
Argentina es un coctel de culturas. Lejos de quitarnos personalidad, eso nos ha forjado una bastante particular y personal. Tenemos una mezcla única. Como esas veces que no sabes qué cocinar, decides mezclar los ingredientes que encuentras por el camino y de pronto… ¡saz! Descubres una receta maravillosa y única que de otro modo nunca se te hubiera ocurrido crear.
Es así como influyó mi formación en mi país.
Llevar teatro argentino a otros países es maravilloso porque ese resultado, por un lado, les resulta atractivo por ser diferente al resto y por otro…no deja de sonarles familiar.
Una mezcla de tango con vodevil, folklore, coplas y jazz no puede dar error. O si…pero como lo mío es el humor, en el fracaso está el éxito.
2.- Eres licenciada en Dirección Teatral, actriz, directora, cómica y autora. ¿Cómo logras equilibrar estos diferentes roles en tu carrera y cómo se complementan entre sí?
Son todas cosas conectadas. Si bien muchas veces las implemento por separado, generalmente escribo mis guiones, los actúo y me auto dirijo (para esto último suelo pedir una visión externa de un colega de confianza)
La cómica está siempre, en el escenario o detrás de él. El humor es imprescindible para abordar un drama. Esto es en la escena y en la vida en general.
3.- Tu enfoque principal ha sido el teatro de humor, pero has trabajado en una amplia gama de géneros. ¿Qué es lo que te atrae especialmente del teatro de humor y cómo logras mantener la frescura y originalidad en este género?
El humor es un reflejo y una necesidad. Es el agua que me riega. Soy una dramática natural, tanto que ya le doy la vuelta y hago comedia. Pasión, todo es pasión. La risa es un modo de transitar la pasión sin sufrirla. Porque sin una cuota de humor, ser tan pasional puede hacerte sufrir.
Con respecto a la frescura…me aburro de las cosas. Me gusta crear y una vez que están en marcha…estoy pensando en la siguiente creación. No es que abandono la anterior, crío ese hijo y cuando se puede buscar la vida sin mí…necesito gestar otro. Quizá esa es la frescura de la que hablas. Siempre son nuevas las propuestas. Aún las viejas, se reciclan, reinventan, renacen.
4.- Has sido trapecista, payasa y anillista en prestigiosos circos de Latinoamérica. ¿De qué manera estas experiencias circenses han influido en tu trabajo teatral, tanto en la actuación como en la dirección?
Ante todo: no le temo a las caídas. Ensayo, prueba y error. La acrobacia aérea te enseña que sin ensayo y esfuerzo no logras nada, que el dolor no te paraliza, que el riesgo tiene su cuota de gustito, que el trabajo puede aportarte beneficios en la vida cotidiana más allá del redito económico. Ser payasa te prepara para reírte de vos misma, recuperar la inocencia, salir de los tópicos y mirar el mundo con un lente de entrega y asombro. Desnaturalizas lo cotidiano y aprendes a disfrutar de cosas que quizá para otra gente pasan inadvertidas. Ser payasa te hace ser un poco más libre, especialmente de los prejuicios propios y ajenos.
5.- En tu carrera has sido jurado de Premios Hugo al Teatro Musical y de los Concursos Nacionales de Stand Up Comedy. ¿Qué criterios consideras más importantes al evaluar el trabajo de otros artistas en estas competencias?
Nunca estuve de acuerdo con los concursos o premios de talento porque no apoyo la competencia entre colegas. Pero si no puedes vencerlos…úneteles.
No soy quien para decidir quien tiene más talento que quien, y, sobre todo, el talento no es cualitativo. Trataba de prestar atención a la profesionalidad, técnica, estructura de lo hecho, etc. Que se vea trabajo detrás y, por supuesto, cuando ves “eso” en alguien, hay que destacarlo.
También está el tema de con quién te comparan. Por ejemplo, si Alec Guinness no hubiera estrenado Oro en barras justo el miso año que Marlon Brando estrenó Viva Zapata, quizá hubiera ganado ese Oscar a mejor actor principal.
Has trabajado como maestra de oratoria en el Honorable Senado de la Nación Argentina durante ocho años. ¿Qué desafíos encontraste al enseñar oratoria a figuras públicas y cómo integraste tus conocimientos teatrales en esta función?
Hablar en público es actuar. La integración de los derivados de las artes escénicas en mis clases de oratoria es totalmente orgánica. Quizá lo más complicado era cumplir con el rol de orientar o corregir la oratoria de alguien con un cargo jerárquico muy alto, que llevaba una carrera de muchos años haciendo muchas cosas mal sin conciencia de que así era, porque les costaba escuchar y aceptar sus propias falencias. Gente con muchísimo poder acostumbrada a moverse en un entorno en el que se les halagaba sin más. Yo supe ganarme el respeto y en muchos casos el cariño de mis alumnos políticos, por no pertenecer al gran circulo de “¡qué bien lo haces! ¡No necesitas aprender ni modificar nada!” A riesgo de algún que otro ceño fruncido, pero nada que me quite el sueño.
6.- Enseñas teatro tanto a actores como a no actores. ¿Qué diferencias y similitudes encuentras en la formación de ambos y cómo adaptas tu metodología a cada grupo?
Muchas veces no separo en los grupos a actores de no actores. La mayoría de las veces, aunque suene quizá raro, los no actores tienen mucho que enseñar a los actores. A medida que nos vamos profesionalizando, vamos adquiriendo paralelamente a las técnicas y al conocimiento, vicios y cosas que nos contaminan un poco. Los actores corremos el riesgo de caer en una zona de confort ( de las que no están buenas, las del miedo a probar cosas nuevas) y una clase junto a principiantes que no tienen pre conceptos, ni vicios actorales, ni pretensiones de resultados, re reconecta con tu “yo artista”.
Luego hay etapas porque por ejemplo con mis alumnos mas avanzados estamos abordando la compañía, para generar proyectos teatrales profesionales, y ahí no incluiría a una persona sin experiencia, así como en determinados textos o escenas. Claro que hay diferencias. Pero entrenar, es entrenar.
7.- Como directora de teatro, has trabajado en obras de teatro clásico, contemporáneo, drama, comedia, teatro físico, musical y experimental. ¿Qué proceso sigues para seleccionar los proyectos en los que te involucras y cómo decides qué enfoque darle a cada obra?
El proceso de selección puede ser por pálpitos, el ideal… es ese en el que lees el proyecto y dices “es este”. Las cosas fluyen solas y la obra te enseña cómo montarla. Luego tu expertíz te dirá cómo hacerlo con las circunstancias y el presupuesto con el que cuentas. Pero hay obras que son como ver a esa persona a los ojos y sentirte en casa.
Muchas otras veces es una cuestión comercial y lo elegís porque te viene bien determinado momento realizar ese trabajo y ahí es donde yo me pongo más romántica pasional que nunca. Es necesario enamorarte de ese proyecto. Encontrar el lado amable de cada texto, de cada situación. Rodearte de artistas que lo conviertan en una pieza adorable y esforzarte por darle a ese productor la oportunidad de recuperar su dinero y ganar más de lo que pensaba, en agradecimiento por apostar al teatro.
8.- Tu trabajo en la docencia tiene un fuerte componente de mejorar la calidad de vida a través del teatro. ¿Podrías compartir algún caso en el que hayas visto un cambio significativo en la vida de una persona gracias a tus clases?
Esto me toca la fibra. Tengo una sección en mi web a la que llamé “testimonios” en la que comparto comentarios de alumnos y exalumnos acerca de mis clases. Confieso que cada tanto las leo. Algunas me dieron algo de pudor compartir porque no habían de las clases o de la profesora sino de qué les representó o qué les modificó en su vida cotidiana el transitar mis clases. Realmente me da algo de pudor reproducir alguna, pero puedo asegurarte que trasciende ampliamente mis expectativas. Soy consciente de que no soy yo sino el teatro en si lo que hace la magia, pero haber sido el canal entre el teatro y esa gente, para mí ya es mucho.
9.- Has sido presentadora de radio y televisión, además de tu trabajo en el teatro. ¿Qué diferencias encuentras en la comunicación con el público a través de estos diferentes medios y cómo te preparas para cada uno de ellos?
La principal diferencia está en actuar personajes y hacer de una misma el personaje. Como actriz de teatro adopto la propuesta de un autor, las indicaciones de un director y por supuesto que aporto mi análisis, mis propuestas…pero no soy yo quien se muestra ante el público. Yo en ese caso soy el canal, la herramienta o lo que sea que lleva ese texto ante los espectadores en conjunto con decisiones y aportes artísticos de un equipo de personas.
En el caso de los monólogos y de las presentaciones en radio y televisión, que quizá son mas comparables al menos para mí, el “personaje” es un yo. Aunque una actriz siempre aporta partes de si a los personajes, la dosis mas alta de un “yo” estará al presentar, partiendo de la base de que lo hago con mi nombre propio. Aunque no sea la Belén Caccia que conocen mis amigos más íntimos o mi hijo, es una Belén Caccia y tengo que responder a eso. No me gustaría estafar a quien confíe en que soy yo quien les habla. También se necesita una respuesta “aquí y ahora” esa improvisación te obliga de alguna manera a dejar salir lo que te de por dejar salir según la circunstancia.
10.- En tu biografía mencionas que te entregas al juego y disfrutas de cada momento que el teatro propone. ¿Cómo mantienes esa actitud lúdica tanto en la enseñanza como en la práctica profesional del teatro?
No me lo propongo. De hecho, a veces tengo que concentrarme para dejar de jugar. En las clases estoy muy atenta a mis alumnos y a sus necesidades, pero mientras juego con ellos. Me sumo al 90% de los ejercicios. En la vida en general es necesario jugar. Los niños y los cachorros juegan para “ensayar” su vida adulta. Quizá es que no me siento aún tan adulta y necesito seguir ensayando. Por lo que sea, me divierte vivir así la vida y espero mantenerlo así hasta que se termine el juego.
11.- El trabajo en equipo y la camaradería son pilares fundamentales en tu enfoque artístico. ¿Podrías compartir alguna experiencia en la que estos valores hayan sido cruciales para el éxito de un proyecto teatral?
Si estuve en algún éxito, fue por eso. No podría contarte de alguno en el que no se haya llevado adelante con trabajo en equipo y camaradería. Incluso al trabajar sola he fomentado la alianza entre espectáculos unipersonales para llegar más lejos. ¡Pobre del artista piense que sus colegas son su competencia! Si todos hacemos buen teatro, si a todos nos va un poquito mejor cada vez…entonces el público decidirá ir mas seguido a ver espectáculos, los productores invertirán en más obras y todos seremos felices. No soy altruista ni soñadora. Es un plan de negocios. Juntos llegaremos mas lejos. Separados, o peor… ¡enfrentados! nos podríamos cagar el oficio.
¡No te dije un ejemplo! Solo estuve en proyectos que no cumplían con esos requisitos, para tener para pagar la renta. Y aún en esas experiencias, me he topado con gente que sabía y valoraba la camaradería. Se atrae lo que se busca.
12.- Como autora, ¿qué temas te apasionan más explorar en tus obras y cómo decides qué historias contar en el escenario?
Necesito dar un mensaje. No dar lecciones ni pretender enseñar nada. Busco comunicar algo que pienso que debe ser comunicado. Por ejemplo, no le voy a decir a un señoro que deje de tratar a las mujeres como objetos o a su novia que debe hacerse valer, pero sí, puedo hacer un chiste que los invite a pensar en eso, o una escena que logre que ella se sienta reflejada o inspirada. La risa es muy importante para mí, aun si escribo un drama, debe tener su cuota de risa. Sobre todo, porque eso relaja al público y los pone mas permeables. A las emociones y a los pensamientos.
13.- El teatro físico y experimental requiere un alto nivel de compromiso corporal y creativo. ¿Cómo te preparas física y mentalmente para este tipo de teatro y qué te inspira a seguir explorando estos estilos?
Es una vergüenza mi falta de entrenamiento actual. Años de trapecio, anillas, payasa acrobática, expresión corporal y danza, para ahora tener el recuerdo y la experiencia, pero…mmmm nada de entrenamiento. Tengo la fortuna de una genética que me permite ponerme en forma rápidamente. Hace poco asistí a unas clases de telas (aéreas) que impartía una amiga mía y me sorprendí felizmente con que aun podía subir y hacer alguna de las pruebas. Pero ya no tengo el estado para, por ejemplo, actuar en dos funciones de circo seguidas, con tanta exigencia física como hacia hasta los treinta años. Supongo que si un personaje lo requiriera, con un poco de entrenamiento a conciencia, lo podría hacer, pero no con esa intensidad.
14.- Has enseñado tanto en instituciones públicas como privadas. ¿Cómo varía tu enfoque pedagógico en función del entorno en el que estás enseñando?
No modifico las clases por el entorno sino por el resultado deseado. Obviamente me adapto a ciertas reglas de las instituciones, pero en normas generales es lo mismo una empresa de servicios de inteligencia que una fábrica de electrodomésticos o el Congreso de la Nación. Existen unas necesidades que me plantean al momento de contratarme, unas normas de la empresa, que suelen ser bastante parecidas entre sí, y entonces armo las clases acorde a los grupos. Pero mis clases son mis clases y tienen mi sello en todas partes.
15.- A lo largo de tu carrera has trabajado con una gran variedad de personas y públicos. ¿Cómo manejas la diversidad de estilos de aprendizaje y niveles de experiencia entre tus estudiantes?
Considero que tengo el don de generar sinergia en los grupos. Los primeros años pensé “que buena suerte tengo con los alumnos que me tocan”, luego de tantos años de impartir clases, acepté orgullosa que se manejar las diferencias y orientar a mis alumnos para que se ayuden entre si y por mi parte, potenciar sus talentos y trabajar en sus “no talentos” para llegar a un equilibrio. Es muy subjetivo separar alumnos de actuación o de comicidad en “profesionales y principiantes” porque si bien, la técnica y la experiencia se notan y pesan, vamos a coincidir en que habemos muchos profesionales con años de experiencia que necesitamos de vez en cuando tomar una clase que nos re conecte con nuestras raíces y con nuestro artista.
16.- El teatro ha sido una herramienta poderosa para la transformación personal. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere utilizar el teatro como un medio para el crecimiento personal?
Que juegue. El teatro tiene un gran porcentaje de juego, especialmente si no lo afrontaras como carrera profesional. Transitar una clase de teatro ya te modifica de alguna manera. Nadie sale igual que como entró de una clase de teatro. Lo mejor es elegir un docente que te haga bien. No es real que se mal trata o se insulta, o que tengas que pasar momentos incomodos para hacer teatro.
Y elegir qué teatro hacer también. Quizá unas clases de impro sean ideales para unos y otros necesiten un texto d Chejov. Probar y probar. No frustrarse con el primer taller o con la primer clase. Donde te vayas feliz, o pensando, pero con una sonrisa, o con ganas de llorar pero porque era necesario ya desde antes de la clase. Escuchate. El teatro no te va a salvar de nada. Pero si, podrías salvarte vos mismo a través del teatro.
17.- Como alguien que ama la docencia, ¿qué es lo que más disfrutas de enseñar teatro y oratoria, y qué es lo que te motiva a seguir dedicándote a la enseñanza?
Verlos crecer en lo que necesitaban crecer.
Al ser madre comprendí que mi instinto materno existía desde mis veinte años cuando asistí a ese profesor en una clase de teatro para adolescentes. Ser madre y ver a mi hijo dar sus primeros pasos, pronunciar cada vez mejor las palabras…es lo mas parecido que viví a ver a esos adultos temerosos con ganas de hacer reír, escribir sus monólogos, probarlos, ensayar… y en un pestañeo, a veces un pestañeo de años…tener su propio show en un teatro. O de un actor profesional que siga y siga entrenando para seguir creciendo. Es orgullo, es amor, es pasión.
En la primer muestra de alumnos de un querido ex alumno mío, yo aún no era madre. Y lloré. Lloré viendo a sus alumnos debutar. Lloré de orgullo y de emoción muy parecido a cuando mi hijo a los dos años hizo de caracol en el teatro. ¡Y los dos lo hicieron tan bien que todavía me acuerdo y me emociono!
18.- En tu experiencia como actriz y directora, ¿cuál ha sido el mayor desafío que has enfrentado en el escenario y cómo lo superaste?
¡Mi carrera es un listado de desafíos! Como actriz, he salido a actuar envuelta en la cortina del camerino porque me habían perdido el vestuario, adaptado el guion a las luces locas porque el técnico sufría un ataque de epilepsia y se lo llevaban de emergencias, mientras el teatro necesitaba ocultar al público para no perder el dinero, que se corte la luz en un festival y tener que entretener a seis mil personas sin sonido ni luces hasta que se solucione. Historias de borrachos que interrumpan ya ni las cuento porque aburren. Ofendiditos, acosadores y fanáticos que daban miedo a la salida del teatro. Productores abusadores en épocas en las que no se podía denunciar que me hicieron perder muchas oportunidades laborales (pero no mi amor propio ni mi dignidad).
Como directora quizá lo más difícil fue justo antes de venir a vivir a España, en Buenos Aires, una coreógrafa me rogó que le de la oportunidad de trabajar en mi espectáculo porque nadie la tomaba en cuenta ( y era talentosa) Una vez montado el espectáculo, me amenazaba constantemente con no permitirme usar las coreografías en el show a poco de estrenar, me extorsionaba, pedía dinero, daba información falsa al elenco, llevaba y traía, me faltaba el respeto, fue una verdadera pesadilla esa mujer y comprendí por qué no la llamaba nadie para trabajar. Pero las coreos quedaron bonitas y el show salió adelante ja ja ja. Ahí, una vez más, gracias a compañeros y colegas que me ayudaron y me acompañaron. Pero fue realmente algo muy difícil.
19.- El teatro de comedia y el Stand Up Comedy tienen sus propios retos. ¿Cómo abordas la creación de contenido cómico que resuene con diferentes públicos y contextos culturales?
No lo abordo. ¡Al final, soy un desastre! Ja ja ja Un desastre. Es que me sale un chiste y lo anoto. Luego se hilan, los agrupo como me sale y quedan ahí. En el momento de escribir tengo esas premisas y le busco los remates. Otras veces nace de una imagen, otras del remate…
Me viene muy bien un show que estoy presentando ahora, que es de un colega y se lo cuido mientras está de viaje, que es de monólogos con temática. Es decir, cada semana hay que hablar de un tema en particular. En lo personal, siento que trabajo mejor bajo presión. Y ese show me está forzando a escribir cada semana unos minutos de material acerca de una temática diferente.
20.- Tu trabajo abarca una amplia gama de disciplinas escénicas. ¿Qué nuevas áreas o disciplinas te gustaría explorar en el futuro, y cómo crees que podrían complementar tu carrera actual?
Tengo que aprender a tocar instrumentos. Varios, quiero tocar música. Siempre quise pero no tengo constancia y para hacer las cosas bien, lógicamente hay que practicar y practicar. Y yo como toco mal, no me aguanto y dejo de practicar. Y así la vida.
También quiero aprender bien ben inglés. Quiero poder hacer monólogos en inglés. Pero oooootra vez lo de la práctica.
21.- Como artista radicada en Madrid, ¿qué diferencias y similitudes has encontrado entre la escena teatral argentina y la española, y cómo has adaptado tu trabajo a este nuevo entorno?
Hoy en día te diría que casi no hay diferencias, pero la primera vez que actué en Madrid con un monologo que hacia en Buenos Aires y que funcionaba bien…me fue horrible. No porque no les diera risa…es que nadie entendió una palabra de lo que yo decía. Hoy en día, por lógica, al convivir con españoles constantemente, naturalicé muchas expresiones y me siento cómoda incluso para improvisar con el público.
El humor es humor. Siempre que la cultura sea parecida (que entre España y Argentina hay un parecido inmenso) El humor es humor y las pelis mudas hacían reír a todos. Así que será cuestión de darse a entender.
22.- Por último, ¿qué mensaje te gustaría transmitir a aquellos que se están iniciando en el mundo del teatro y las artes escénicas, y cuál crees que es la clave para una carrera duradera en este campo?
No midas tu éxito artístico ni por el rédito económico ni por las expectativas de los demás. ¿Sentis felicidad al hacerlo? ¿Sentis necesidad de hacerlo? ¿Es parte de vos? Entonces es por ahí.
Entrevista realizada por Jaime William Mostacero Baca a Belén Caccia – Argentina – España
Contacto realizado vía : Instagram – Email
Entrevista autorizada por escrito vía Instagram – Email: Belén Caccia – Perumira – Jaime William
Derechos Reservados a nombre de Belén Caccia – Perumira – Jaime William